Asistencia personal
¿Qué sabemos de la Asistencia Personal?
La Asistencia Personal es un derecho reconocido en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, en su artículo 19 “Derecho a una Vida Independiente y en comunidad”, que incluye el apoyo de la Asistencia Personal, pero, a pesar de esto, la realidad en nuestro país dista mucho de cumplir con los requerimientos que marca la ONU. Prueba de ello es la tan esperada regulación de la figura de AP como desarrollo de la Ley de Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de 2006.
El principal valor de este recurso es que otorga GRAN autonomía e independencia a la persona, facilitando su inclusión en la sociedad y su vida en la comunidad; es la mejor opción para salvaguardar la dignidad inherente de todo ser humano. La Asistencia Personal da a la persona la posibilidad de tener el control de su propia vida y de poder desarrollar su proyecto vital.
Asistencia personal: Una herramienta clave para el ejercicio del derecho a la vida independiente de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Editado por Plena inclusión España en septiembre de 2018, con la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través de la X Solidaria de la Declaración de la Renta.
Desde hace varios años, el Movimiento de Vida Independiente viene proponiendo y desarrollando
la Asistencia Personal como herramienta humana imprescindible para que una persona con
discapacidad pueda vivir como el resto de la ciudadanía. A través de este rol profesional se
asegura que la voluntad de la persona con discapacidad sea respetada en cualquier caso y,
por lo tanto, decida sobre todos los aspectos de su vida, tal y como ocurre a las personas sin
discapacidad (Vasey, S. 2004).
Que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo puedan contar con un Asistente
Personal en su proyecto de vida es algo incipiente y novedoso en España. Las personas y
organizaciones del ámbito de Plena inclusión que están poniendo en marcha este servicio
expresan el impacto positivo en la vida de las personas y especialmente la relevancia que puede
tener dentro de los objetivos de desinstitucionalización, señalados por la propia Convención
y la estrategia Europea sobre Discapacidad 2016-2020. Aun así, hasta el momento son pocas
las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que pueden acceder a este tipo de
prestación y apoyo, existiendo asimismo, diferencias entre las comunidades autónomas.