Cuidados
El objetivo de estas publicaciones, la primera de ellas centrada en la intimidad en las personas mayores, es trasladar la cultura ética de los cuidados a los centros residenciales.
El término “intimidad” proviene del vocablo latino “intimus” que significa “lo que está más adentro”. Los textos hipocráticos incluían el término de intimidad como una obligación del buen hacer médico y la ética profesional. Posteriormente el término de intimidad fue trasladado a los códigos deontológicos de todas las profesiones sanitarias hasta que en la segunda mitad del siglo XX la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución española tratan a la intimidad como un derecho fundamental del ser humano. La confidencialidad es una manifestación del derecho a la intimidad.
La intimidad es el ámbito en que las personas gestionan el mundo de sus valores (religiosos, filosóficos, culturales, políticos, sexuales, económicos, etc..) y todo lo que tiene que ver directa o indirectamente con ellos. La intimidad tiene como objetivo garantizar y proteger la esfera íntima frente la acción, intromisión y conocimiento no deseado de otras personas sin consentimiento expreso del interesado.
En el ámbito sanitaria comprende:
Respeto a la intimidad física/corporal.
Derecho a la limitación y grabación mediante medios audiovisuales.
Derecho al acompañamiento y la intimidad en el espacio físico.
Derecho a la información confidencial.
Derecho a la intimidad decisoria en procesos de toma de decisiones.
Derecho a un tratamiento respetuoso a la personalidad individual.
El curso grupal Autoayuda Plus (AAyuda+) es una herramienta para reducir el malestar psicológico en personas adultas y prevenir la aparición de trastornos mentales. Es adecuado para todos los entornos donde hay grupos de población afectados por la adversidad. Mediante audios pregrabados y una guía ilustrada, AAyuda+ enseña habilidades de manejo del estrés a lo largo de cinco sesiones a grupos de hasta 30 personas. Gracias a su formato innovador, es impartido por facilitadores supervisados y no especializados que completan un breve curso de capacitación. AAyuda+ puede complementar otras intervenciones de salud mental o programación comunitaria.
Archivos de audio de AAyuda+ en Español (por favor, remítase al manual de AAyuda+ para saber cómo utilizarlos)
Programa Cuidadores 1 Programa Cuidadores 2 Vídeo Programa Cuidadores
La Mesa Asesora por los Cuidados se constituyó en septiembre de 2021 respondiendo a la necesidad de poner en marcha un mecanismo participativo de carácter estable que acompañase al Ministerio de Igualdad y al Instituto de las Mujeres en su agenda sobre políticas públicas de cuidados.
Uno de los objetivos fundamentales de la Mesa es la elaboración de un Documento de Bases que pueda inspirar el fundamento de un futuro Sistema Estatal Público de Cuidados.
Para alcanzar este objetivo la mesa constituyó diversos grupos de trabajo para establecer el marco teórico-conceptual de los cuidados, y los pilares sobre los que debería asentarse el sistema. Así mismo, la Mesa también acordó enriquecer los debates de los grupos de trabajo a través de la celebración de tres foros de deliberación pública.
Estos Foros, impulsados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y el Ministerio de Igualdad, han formado parte de la hoja de ruta para la elaboración de una Estrategia Estatal de Cuidados, y han permitido ampliar la participación en este momento con más colectivos y organizaciones de la sociedad civil organizada en el ámbito de los cuidados que, mediante el trabajo en distintas mesas de deliberación, han permitido enriquecer el debate e inspirar las políticas públicas en la materia, entre ellas la futura Estrategia Nacional de Cuidados.
Este nuevo posicionamiento de la SEGG, impulsado por los avances legislativos que se han producido en este periodo (a pesar de que el panorama es heterogéneo en las diferentes comunidades autónomas y aún nos queda camino por recorrer en el terreno legislativo a nivel estatal) es muy claro: no se trata de sujetar “poco” y de “forma controlada”, sino de no sujetar.
Es este un cambio substancial que merece ser repetido hasta la saciedad: se ha pasado de regular las sujeciones a no ser sujetado. Y a decir claramente y en voz alta que las sujeciones (en cualquiera de sus modalidades) son una forma de negligencia, abuso y/o maltrato hacia las personas mayores.
No sujetar no es una receta terapéutica simple, sino la garantía de los derechos fundamentales de todas las personas, especialmente las personas mayores con discapacidad que suelen tener un grado enorme de complejidad clínica y social y una elevada vulnerabilidad ante cualquier agresión externa.
Las sujeciones atentan contra la dignidad, la autonomía, la libertad y la autoestima de personas mayores con discapacidad y, por lo tanto, deben ser abolidas.
En la mayoría de los casos, además, comportan efectos adversos perjudiciales para la persona mayor. Su uso, por lo tanto, siempre debe ser excepcional, muy recortado en el tiempo y estrictamente monitorizado.
Este documento se enmarca de lleno en el nuevo modelo de cuidados de larga -duración, centrado en los derechos de las personas con discapacidad que se está impulsando desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y desde la Unión Europea. Este nuevo modelo se fundamenta en una atención centrada en la persona donde, evidentemente, no cabe el cuidado con sujeciones.
Encontrarás en este documento las bases legislativas y éticas del nuevo modelo de cuidados sin sujeciones, así como los pasos que hay que dar para evitar poner sujeciones, eliminar las que se estén utilizando y mantener los centros y servicios libres de sujeciones.
CEAFA trabaja para poner en valor a las personas excuidadoras y para colocarlas en el centro de atención, realizando este estudio para conocer su situación y detectar, en su caso, sus necesidades. El proyecto, persigue tres objetivos:
– Conocer el perfil de quien, tras años de ofrecer atenciones y cuidados a un familiar con la enfermedad, han dejado de ejercer ese rol.
– Analizar cuál es su situación personal, a través de un cuestionario elaborado para tal efecto.
– En base al conocimiento adquirido en el objetivo anterior, proponer, llegado el caso, medidas en relación con la situación y necesidades que puedan detectarse, de cara a mejorar la calidad de vida de aquellas personas que lo necesiten.
Si la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades, según la definición de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), quienes trabajan con personas en situación de dependencia no pueden actuar incidiendo sólo en uno de los tres aspectos señalados por la OMS. El bienestar y la calidad de vida de estas personas va a depender tanto del cuidado de la salud física y psíquica como de su presencia activa en la vida comunitaria. En definitiva, se trata de cambiar el enfoque centrado en el servicio que se presta y ponerlo en la propia persona atendida, teniendo en cuenta su biografía, sus vínculos emocionales y sus proyectos personales. La coordinación de los servicios sanitarios y sociales es una oportunidad para hacer realidad el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona.
Los centros residenciales del IASS elaboran el primer Marco y Modelo de Atención, publicado en 2018. El modelo de atención centrado en la persona se desarrolla y se afianza en los servicios sociales públicos como hilo conductor de todos ellos. El modelo promueve la participación de todos los actores en el diseño y evolución de los servicios.
La aplicación de estos principios se plasma, en este caso, en la elaboración de un marco teórico de referencia común que encauce las actuaciones de todos los equipos técnicos, compartido y consensuado. Es el primer paso al que continuarán el diseño de procesos, el desarrollo de protocolos de actuación y la sistematización del trabajo. El desarrollo de esta cultura de revisión y calidad constante debe ser compatible con la participación de las personas usuarias de los servicios que guiarán, con sus preferencias y de- seos, el mejor camino para alcanzar los objetivos para los que se han creado.
“Dando vida a los años” es un programa de envejecimiento activo desarrollado a través de procesos de terapia asistida con perros, que utiliza programación de caso único y que pretende […]
¿Qué sabemos de la Asistencia Personal?
La Asistencia Personal es un derecho reconocido en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, en su artículo 19 “Derecho a una Vida Independiente y en comunidad”, que incluye el apoyo de la Asistencia Personal, pero, a pesar de esto, la realidad en nuestro país dista mucho de cumplir con los requerimientos que marca la ONU. Prueba de ello es la tan esperada regulación de la figura de AP como desarrollo de la Ley de Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de 2006.
El principal valor de este recurso es que otorga GRAN autonomía e independencia a la persona, facilitando su inclusión en la sociedad y su vida en la comunidad; es la mejor opción para salvaguardar la dignidad inherente de todo ser humano. La Asistencia Personal da a la persona la posibilidad de tener el control de su propia vida y de poder desarrollar su proyecto vital.
a edad es una de las primeras cosas que observamos en otras personas. El edadismo surge cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas por atributos que ocasionan daño, desventaja o injusticia, y menoscaban la solidaridad intergeneracional.
El edadismo adopta diferentes formas a lo largo del curso de la vida. Por ejemplo, un adolescente podría ser ridiculizado por iniciar un movimiento político; podría negarse un empleo tanto a personas mayores como a jóvenes por causa de su edad; o una persona mayor podría ser acusada de brujería y expulsada de su hogar y de su aldea.
Se contextualiza esta publicación en una amplia línea de investigación-acción de la Fundación Pilares sobre el enfoque de derechos y el modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona (AICP). Su objetivo general es ofrecer un conjunto de herramientas y metodologías que resulten de utilidad a los equipos profesionales que trabajan en residencias y otros centros de personas mayores para promover el ejercicio de sus derechos y deberes en la vida cotidiana y mantener su dignidad.
Son objetivos específicos de esta Guía:
– Apoyar que las y los profesionales reflexionen y perciban en sus actuaciones cotidianas qué, cuándo y cómo se produce una vulneración de derechos, muchas veces sin reparar en ello y guiados desde la buena intención.
– Avanzar en la necesidad de que, tanto individualmente como en reuniones de equipo, se analice la relevancia que adquiere, desde una correcta praxis profesional, el reconocimiento y la obligación del respeto por la dignidad, los derechos y la exigencia de los deberes de las personas mayores, realizando las adaptaciones necesarias para ajustarlas a las características de cada una de ellas, en especial, a las personas con demencia.
– Dotar a las personas que integran los equipos de los centros de estrategias e instrumentos que les ayude, desde su propia actuación profesional, a tomar conciencia de la relevancia de su papel como garantes en el día a día de los centros del ejercicio de derechos y deberes de las personas mayores.
Las personas necesitamos cuidados en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, pareciera que no hiciera falta “aprender a cuidar”. Cuidar requiere escuchar los deseos de la persona cuidada. Pero a la vez hace necesario saber expresar y demandar asertivamente (es decir, con claridad y sin afectar a los derechos de los demás) lo que se quiere y puede hacer por parte de la persona cuidadora.
En esta guía ofrecemos orientación para que los cuidadores también aprendan a cuidarse.