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La crisis provocada por la covid-19 ha afectado a todas las personas, pero no a todas por igual. Así mismo, muchos son los ámbitos sobre los que se pueden ver los efectos que ha provocado esta pandemia. En este artículo se presenta parte de los resultados de un estudio más amplio que se llevó a cabo a finales de 2020 por parte de la ONCE y que tenía por objetivo analizar los efectos de la covid-19 entre las personas con discapacidad visual afiliadas a la ONCE. En concreto, se presentan las principales conclusiones extraídas del análisis realizado sobre cómo la pandemia, durante la primera y segunda ola, ha afectado al estado anímico de las personas con ceguera o deficiencia visual, así como las principales preocupaciones de estas durante este periodo; preocupaciones y estados anímicos que, aunque son coincidentes con los de la población en general, adquieren matices importantes a tener en cuenta, matices en cuanto a frecuencia, intensidad e implicaciones derivadas de los mismos.
La sordoceguera se ha reconocido en muchas ocasiones como la discapacidad que mayor soledad y aislamiento puede provocar en el ser humano. Esta situación está motivada, en gran parte, por los problemas de comunicación o de incomunicación, en las dificultades —en muy diferentes grados— de poder comunicarse de manera normalizada con las personas de su entorno, siendo esta, por tanto, la característica más definitoria de la sordoceguera como discapacidad. Partiendo de la premisa que presupone una mayor prevalencia de los sentimientos de soledad no deseada en las personas con sordoceguera, producto, en gran medida, de situaciones de incomunicación y aislamiento, se exponen los resultados del estudio específico que, para analizar este aspecto en este colectivo, fue llevado a cabo por la ONCE. El objetivo general de este estudio es conocer la prevalencia de los sentimientos de soledad en las personas sordociegas afiliadas a la ONCE, identificando los factores tanto ambientales como personales que pueden contribuir a desencadenar, en las personas sordociegas, mayores niveles de percepción de este sentimiento. Este estudio se plantea como complementario al llevado a cabo con la población de personas con discapacidad visual en general, realizado entre finales del año 2021 y principios del 2022, dentro, igualmente, del mismo marco de referencia en el que la Organización establece las líneas de actuación para detectar y paliar los sentimientos de soledad no deseada entre sus afiliados, programa «A tu lado siempre».